Querida Colombia…
Cuando voy de viaje acostumbro a hacer cartas a los lugares llegando y saliendo. Para luego recordarme desde qué espacio estaba o cómo me sentía antes de llegar ahí y cuando salí. Usualmente comparto escritos de cosas que ya atravesé o que ya no son tan recientes para mi, pero hoy quiero compartirles esta carta que escribí después de un mes y unos días, cuando me estaba yendo de Colombia. Todavía son emociones a flor de piel, pero me nace de verdad compartirla.
Llego siempre como una, me transformo y me voy como otra. Y no es cuestión jamás de identidad, es cuestión de evolución, deconstrucción y construcción.
Así que bueno, aquí se las comparto, completa y sin filtros.
Querida Colombia,
Solo me quedan palabras para agradecerte, honrarte y reconocerte como un espacio que siempre siempre me va a llenar de vida y de muchisisima paz.
Hace mucho tiempo no la pasaba tan rico, no me vivía desde este espacio de suavidad, frescura y vida.
Me encanta volver a conocerme y a reconocerte a través de ti.
Jamás me alcanzaran las palabras para describir todas las cosas que viví, me voy recargada de mi, descargada de mis miedos, dudas y ante todo feliz y llenita de amor.
Que este viaje sea el comienzo de muchos viajes hacia lo que soy, dejando atrás lo que no soy, que cada cosa llegue a mi con diversión, fluidez, facilidad y muchísima dicha.
Me voy llena de sentimientos encontrados hacia mi, me genera mucha dicha cada momento que viví, me genera mucha nostalgia pensar simplemente que no se cuando se volverán a dar, me da miedo perder a mi familia de una u otra forma, pero también agradezco por la vida de cada uno de ellos porque en vida me los disfruto y en vida los quiero. Entonces sea como se tengan que dar las cosas, las vivo con la dicha de que me los disfruto al máximo con mucho amor.
Por otro lado estoy nerviosa por todo lo que tengo que decidir, hacer, pensar y re evaluar en mi vida. No sé desde que espacio quiero elegir, o que quiero elegir, pero se que también la claridad me la va a dar el tiempo, el poder ver, esperar y acoger tantos estados que tal vez nunca me había permitido sentir.
La vida me dijo si, cuando yo dude si debía hacer las cosas de cierta manera, y hoy mas que nunca decido seguir viviendo mi vida con gusto y demasiada alegría. No me limito, no me hago chiquita, no me encojo, no me disminuyo y tampoco me encajo donde no tiene sentido para mi hacerlo.
Hoy no se que me deparara el universo, pero lo que se, es que soy realmente feliz con lo que he logrado, con lo que tengo y con lo que soy, mi niña interior se siente feliz, yo me siento feliz y me siento realmente realizada porque el ejercicio de soltar me permite acoger cosas que tal vez nunca habría llegado a imaginar.
Gracias Colombia, gracias vida, gracias familia, me voy feliz y completamente llena de amor.
Con amor,
-Juanita