La vergüenza sin voz
Hago parte de un circulo para escritores, un espacio dedicado al arte de escribir, el arte de poner en letras todo lo que nos llega…
Hoy estuvimos sacando carticas con preguntas, las cuales a medida que íbamos recibiendo cada una de las chicas que hace parte va hablando y dando su punto de vista.
En cierto momento salió la pregunta ¿Cuál es la historia mas vergonzosa de tu pasado? Y quede en blanco.
Se me venían a la mente historias, momentos y situaciones asociados completamente al dolor. Dolor como reacción a la vergüenza, pero no la vergüenza como tal.
Luego, hablando con las chicas empezamos a sacar ideas, empezamos a reconocer como nos era de difícil confundirla y como desde pequeños culturalmente esta ha sido castigada, cuestionada e invitada a mantenerse oculta.
Nos enseñan desde pequeños a esconderla, nos enseñan desde siempre a taparla, a no hacerle espacio y a hacer como si no existiera.
No logro reconocerla porque hoy puedo ver que siempre la he tapado, siempre le he hecho espacio en las sombras, nunca en la luz de mis emociones, siempre la he llamado por otro nombre y nunca la he reconocido.
Por eso hoy me animo a verla y a escribirle, así que aquí les comparto mi carta.
Querida vergüenza,
No se como eres, no se como te sientes, no se como llamarte o que me estas permitiendo ver. Durante toda mi vida me he empeñado indirectamente en taparte, nunca te había visto, nunca me había parado ni siquiera a considerar tu existencia o tu lo que me quieres mostrar.
Hoy no aún logro identificar en que momentos te he percibido o como me has aportado a mi vida, porque si se que lo has hecho.
Quiero de verdad dejar de taparte, no me gusta considerar que no existes. Hoy quiero verte, quiero permitirte expresarte y abrirme a recibirte con mi cuerpo, con mi alma y con mi ser. Y no para que permanezcas sino para que seas nombrada, para que seas vista y para que veas que dentro de mi, en mi totalidad existes.
No se que es convivir contigo directamente, pero si algo se es que eso que ocultamos o reprimimos voluntariamente tarde o temprano causa estragos. Yo solo deseo comprender tu labor un poco mas en el mundo emocional, aprender de ti, sanar juntas.
Gracias por permitirme hoy verte, gracias por permitirme hoy entender que eres igual de importante a mis otras emociones. Yo te veo, yo te acojo, yo te siento, yo te acepto como parte de mi.
Que nuestra relación sea un espacio de nutrición y expansión siempre sin importar nuestro estado de animo, que permitamos la expresión y sobre todo la compasión.
Hoy te veo vergüenza y me permito llamarte por tu nombre.
Con amor,
-Juani